Estas unidades presentan una capacidad muy superior a los convencionales, lo que les permite transportar la misma carga en un número menor de viajes y reducir considerablemente sus emisiones.
Las opciones se dividen entre el envío al desguace de los buques más antiguos, el equipamiento de las diferentes unidades con 'scrubbers', el cambio a combustibles bajos en azufre o el uso de GNL.
El parque de vehículos que utilizan gas natural como combustible ha crecido un 38% en 2017, con 8.471 unidades, habiéndose registrado a lo largo del año más de 2.300 matriculaciones.
El buque, especialmente diseñado y construido para navegar por el Mar Báltico, lo fletará Skangas para suministrar GNL a dos terminales de Finlandia.
Hasta ahora, el mercado se caracterizaba por bajos niveles de actividad en el ámbito de los fletes, ya que la mayoría de los contratos se firmaban a largo plazo.
Tanto Anfac como Ganvam reclaman la ampliación de los fondos para impulsar la transición hacia una movilidad baja en carbono, lo que requiere una estrategia sólida.