Para cumplir con las regulaciones europeas sobre reducción de las emisiones de los buques, cada vez más se plantea la utilización del GNL como combustible alternativo no contaminante.
Este camión registra una eficiencia energética entre un 30 y un 40% superior, lo que se traduce en un consumo de combustible de alrededor de un 25% inferior al compararlo con los vehículos de gas tradicionales.
El uso del GNL en el transporte ferroviario supondría una reducción de los costes de combustible, una disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero y proporcionaría grandes beneficios ambientales y de seguridad energética.
La Planta de Regasificación de Sagunto, Saggas, diversifica su actividad y adapta sus instalaciones para poder cargar metaneros de GNL, gas natural licuado.
Este buque, con una eslora de 49 metros y una velocidad de 12 nudos, elimina la necesidad de terminales portuarias para el suministro de gas y asegura que las operaciones de carga y descarga sean más rápidas.
Con este combustible se reduce la contaminación un 25% en emisiones de CO2, y además, según varios estudios, el GNL es más económico durante la estancia en puerto que las otras dos alternativas, la electricidad o el gasoil.
Las ventajas de la utilización de este tipo de combustible alternativo son principalmente el menor precio del gas comparado con el diesel, el bajo nivel de ruido y la reducción de emisiones de CO2.
La utilización del gas licuado como combustible permite que el nuevo camión Volvo sea entre un 30 y 40% más eficiente, lo que se traduce en un ahorro de combustible del 25%, y en una importante reducción de las emisiones de CO2.
Este combustible alternativo es el más limpio disponible actualmente, con unas emisiones de óxido de nitrógeno y de las partículas que se reducen en un 85% y los gases de efecto invernadero hasta un 15%.
La utilización de gas natural licuado reducirá significativamente las emisiones y aumentará la eficiencia de combustible en comparación con los barcos convencionales.