Todos los puntos de suministro, destinados a vehículos pesados y turismos, estarán distribuidos a lo largo de los corredores españoles de la Red Transeuropea de Transporte.
La disponibilidad de una infraestructura de suministro de hidrógeno creará el entorno perfecto para el ensayo de posibles usos futuros de las pilas de combustible.
El objetivo es que para 2030, puedan producirse ya más de 250.000 toneladas al año de combustibles sostenibles para vehículos industriales, buques y aviones.