La naviera justifica este cambio por los menores costes unitarios por movimiento de TEUs que le ofrecen otros puertos, como Tánger-Med, y solicita al puerto andaluz una rebaja del 20% en los suyos.
La naviera, centrada en el desarrollo de soluciones respetuosas con el medio ambiente, sigue avanzanddo en su proceso de electrificación de la flota y las terminales portuarias.
A diferencia de su socio en la alianza 2M, Maersk mantiene una visión conservadora en cuanto a los encargos de nuevos buques portacontenedores, que suman 45.000 TEUs, aunque este planteamiento podría interferir en su futuro crecimiento.
La tecnología blockchain, que ofrece acceso en tiempo real a datos fiables, facilita la relación entre múltiples actores muy dispares mediante un registro inmutable y compartido de todas las operaciones.
Gracias a este sistema de alertas en tiempo casi real, es posible realizar un riguroso seguimiento de las mercancías y estar mejor informados en cada etapa del proceso de envío.
APM Terminals podrá centrarse en convertirse en un operador portuario de clase mundial, mientras que Maersk seguirá apostando por el transporte marítimo, pero también por los productos de logística y servicios.
Es importante que todas las iniciativas que se pongan en marcha contribuyan a sentar las bases para un cambio en el modelo tecnológico, que permita avanzar verdaderamente hacia la descarbonización.
Cualquier aplazamiento o retraso supone un incremento de los costes de almacenamiento, multas y sanciones, lo que implica problemas adicionales para los importadores y exportadores.
MSC, Evergreen o HMM están adaptando numerosos buques a estos sistemas de depuración, mientras que Maersk, que prefería apostar por los combustibles bajos en azufre, finalmente los utilizará también en algunas unidades.