La falta de suministro de componentes hace caer la producción de automóviles a mínimos, con una caída en paralelo de la exportación por la escasa demanda.
La crisis de demanda y de los microchips hunde la producción automovilística española en los diez primeros meses de 2021 hasta llevarla a cifras inferiores a las que dejó la pandemia en 2020.
La escasez de semiconductores marca la caída de la fabricación de vehículos, que cae un 32% en el noveno mes frente a 2020, lo que provoca un descenso del 30% en las exportaciones.
La falta de suministro de piezas y componentes pone contra las cuerdas la producción de camiones, en una situación que desborda a la industria automovilística en su conjunto y afecta a otros sectores.
La escasez de producción automovilística se traslada en reducciones de stocks en concesionarios y en aumentos en los plazos de entrega de nuevas unidades.
A pesar de las dificultades sufridas a lo largo del año 2020 por la pandemia, el sector ha seguido realizando esfuerzos para la incorporación de nuevas tecnologías.
A pesar de la bajada de la producción de vehículos comerciales e industriales, la exportación se ha disparado casi un 13% con respecto a hace dos años.