La decisión de la naviera tendrá consecuencias negativas para el puerto de Alicante, que podría registrar un fuerte descenso en sus tráficos de contenedores que hasta ahora habían experimentado un crecimiento continuado.
Los graneles sólidos sin instalación especial han crecido un 24,33% en el acumulado, motivado por el aumento de clínker en el mes de abril, con destino a Estados Unidos y Costa de Marfil.