Las proyecciones de tráfico muestran que se duplicará el número de contenedores manipulados hacia 2050, por lo que requiere disponer de una capacidad adicional en pocos años.
Se ubicará en el Prat de Llobregat, frente a la actual terminal Best, con un modelo de terminal pública operada por una empresa privada en régimen de concesión.
Para 2013, había iniciativas programadas que sumaban una capacidad 180 millones de TEUs de cara a los siguientes cinco años, pero en 2018, sólo se prevé un incremento de la capacidad del 10%.
Se pedirá a los futuros concesionarios de la ampliación norte que sus terminales de contenedores sean automáticas o semiautomáticas, como ya ocurre en puertos como Barcelona o Algeciras.
Se trata de un sistema de reservas para el acceso de los camiones a las terminales de contenedores que se implantará de forma gradual y flexible en las tres instalaciones del puerto de Barcelona.
El trazado discurrirá por el interior del muelle hasta la altura de la Avenida de Astilleros, donde se ubicará una vía que conecte con la Red Ferroviaria de Interés General.
Las terminales tratan de adaptarse a las nuevas necesidades de las navieras mediante la automatización y el aumento del número de grúas para la descarga desde los buques a los muelles.
La Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz trabaja hasta entonces en un nuevo puesto de inspección fronteriza, la pavimentación de la explanada y el acceso ferroviario.