Los objetivos climáticos de la UE para 2040 ponen en valor el uso de combustibles marinos renovables para la descarbonización del sector marítimo. Así lo ven desde el Consejo Marítimo Mundial, que cree que es esencial que la UE se comprometa a producir combustibles sin gases de efecto invernadero, dado que los Estados miembros representan una quinta parte de las ventas mundiales de energía para el transporte marítimo.
Para cumplir los objetivos de 2040, se debe impulsar el desarrollo de nuevas instalaciones de producción de energía para abastecer al sector marítimo con combustibles de cero emisiones, lo que exigirá una inversión financiera sustancial. Además, es crucial el despliegue de infraestructuras para apoyar la adopción y distribución de estos combustibles alternativos en todo el sector.
Desde el Consejo, creen que los responsables políticos de la UE tienen que traducir los objetivos regionales en mayores compromisos nacionales para producir los combustibles exigidos por normativas de la UE como FuelEU Maritime.
Además, aunque el sector del transporte marítimo ya está invirtiendo en tecnologías para utilizar combustibles marinos renovables, la descarbonización del transporte marítimo depende de la capacidad de la UE para alcanzar un acuerdo internacional en el Comité de protección del medio marino de la OMI.
Alcanzar un acuerdo sobre una norma mundial para los combustibles y el establecimiento de un mecanismo de fijación de precios de las emisiones en el ámbito de la OMI exige un compromiso europeo que vaya más allá de los objetivos climáticos regionales.
Esto es fundamental, dicen desde el Consejo, para crear un marco coherente y justo para que la industria naviera mundial innove e invierta en soluciones de cero emisiones. Por ello, insta a la Comisión Europea y a sus socios internacionales a desarrollar los objetivos en un plan de inversión y con el apoyo normativo necesario para facilitar la transición.
Sólo mediante una acción mundial coordinada y el establecimiento de marcos políticos propicios se podrá garantizar el éxito de la transición de la industria marítima hacia un futuro sin emisiones de gases de efecto invernadero, en consonancia con los objetivos climáticos comunes.