Adif aspira a conocer las posibilidades de los trenes de mercancías que partan o se dirijan al Puerto Exterior.
A pesar del crecimiento de Punta Langosteira, aún está lejos la llegada del ferrocarril a la dársena coruñesa, lo que está limitando su capacidad y ha supuesto que la Unión Europea la haya identificado como una de las inversiones comunitarias más "infrautilizadas", según señala La Opinión de La Coruña.
De hecho, hasta el verano de 2017 no habrá un proyecto de construcción para la conexión ferroviaria, por lo que la infraestructura no estará lista hasta el año 2021 o principios de 2022, tal como refleja la Memoria de Sostenibilidad de 2015 de la Autoridad Portuaria de La Coruña.
En este momento, el Gobierno está analizando cómo conectar el tráfico ferroviario a la red gallega a través de Ineco, entidad dependiente del Ministerio de Fomento, que debe entregar en los próximos días a Adif el estudio paraunir el Eje Atlántico de Alta Velocidad con Langosteira.
El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias es el encargado de conceder autorización a las empresas de transporte para circular por la red en las franjas horarias disponibles, para lo que es necesario fijar previamente los puntos de partida y de llegada, así como el tiempo estimado para recorrer ese itinerario.
En este sentido, se está planteando cómo adaptar su red a la futura actividad del Puerto Exterior, por lo que necesita conocer las posibilidades que tendrán los trenes de mercancías que partan o se dirijan al recinto portuario para circular por la línea férrea que une La Coruña con Vigo.
Inversión de 132 millones de euros
Por otro lado, aún se desconoce quién ejecutará la inversión para el nuevo enlace ferroviario a Punta Langosteira, de 6,5 km de longitud, que asciende a 132 millones de euros, debido al cambio que realizó Fomento en 2015 en el sistema de financiación de los accesos de los puertos para que no computen como gasto público.
Esto supuso la constitución del Fondo Financiero de Accesibilidad Terrestre Portuaria, al deben aportar dinero las propias Autoridades Portuarias con superávit, que se cederá para las diferentes actuaciones en los puertos a modo de préstamo, a lo que se sumará el del Banco Europeo de Inversiones.
No obstante, la cantidad no puede superar el 50% de los beneficios de la entidad que la recibe, y en este caso, el puerto de La Coruña acumula pérdidas continuadas, por lo que en este caso queda en suspenso lo que ocurrirá con la instalación, que en 2015 no fue una de las elegidas para la financiación de proyectos.