El 96% de las embarcaciones utiliza algún derivado del petróleo para la alimentación de sus motores, pero está creciendo el número de buques adaptados a las nuevas normativas medioambientales.
Recientemente se han botado tres nuevos buques que pueden ser propulsados por este combustible, que está llamado a sustituir a los combustibles fósiles.
Especialmente diseñados para los grandes motores de dos tiempos, destacan por una mayor resistencia a la degradación térmica y una mayor protección frente a la corrosión.
La ACCMM ha organizado una jornada para el debate del desafío de conseguir una mayor reducción de las emisiones y, por tanto, una navegación más limpia en los buques de menor eslora.
Los cargadores y el descenso del petróleo han contenido los fuertes recargos que las navieras pensaban aplicar para paliar el sobreprecio del combustible bajo en azufre.