Pese al crecimiento de la demanda global de carga aérea en agosto, el mercado manda señales contradictorias que impiden anticipar una consolidación de esta tendencia.
El objetivo de este evento, que se convertirá en una cita anual, es identificar áreas de actuación concreta que puedan acelerar la transición de la aviación hacia las cero emisiones netas de CO2.
Los resultados de una reciente encuesta llevada a cabo por Iata colocan a la complejidad y a la digitalización como los retos principales para el transporte aéreo de mercancías peligrosas, en un contexto claramente expansivo.
Durante el pasado mes de julio, la caída en la demanda de carga aérea mundial ha sido menor que en meses anteriores, en un contexto marcado por la dispar evolución de la inflación y la debilidad de la producción industrial a escala global.
El gobierno interino ha aprobado planes para reducir el número de vuelos a 460.000 al año a partir de noviembre de 2024, generando rechazo en compañías y asociaciones aéreas.
La difícil coyuntura económica mundial afecta negativamente a la demanda mundial de carga aérea, mientras el sector espera que se contenga la inflación para ir recuperando terreno.
La demanda mundial de carga aérea sigue mostrando señales de debilidad en el mes de mayo, a la espera de que terminen las subidas de los tipos de interés y pueda recuperarse cierta actividad económica.
La Asociación de Transporte Aéreo Internacional reclama una armonización de políticas y financiación adecuada para superar las barreras administrativas y logísticas.
Iata constata que en abril la demanda mundial de carga aérea ha vuelto a retroceder, aunque a menor ritmo que en marzo, con la oferta ya colocada por encima de los niveles previos a la pandemia por primera vez.
Tras un volátil primer trimestre de 2023, la demanda de carga aérea mundial parece caer a menor velocidad, mientras que se espera que un mejor control de la inflación permita recuperar volúmenes.