La Asociación propone que no se clasifique como tecnología limpia o combustible sostenible al GNC en los marcos de financiación y estrategias de la UE.
Para 2021, se espera que haya crecido exponencialmente la proporción de vehículos enchufables y que el 10% de los automóviles sea recargable, en comparación con las cifras testimoniales que se manejaban hasta 2009.
Cada tonelada de CO2 emitida por los buques contribuye al cambio climático de la misma manera que el CO2 emitido por los camiones, por lo que no hay motivos para ser más indulgente con la industria marítima.
Una campaña del Projet Equilibre, que ha realizado mediciones en carretera durante dos años, ha demostrado que los camiones de gas natural emiten entre un 40% y un 60% menos de óxidos de nitrógeno.
Desde la Asociación recuerdan la importancia de seguir un criterio muy riguroso y avalado científicamente a la hora de comparar las emisiones contaminantes, puesto que de otro modo las interpretaciones pueden inducir a error.
Las barreras a la movilidad eléctrica deberían ser eliminadas, tanto en zonas urbanas como en autopistas, de modo que los usuarios puedan cargar sus vehículos en casa, en el trabajo o en la carretera de manera sencilla.
La transparencia que promueve el sistema utilizado por la Unión Europea, a diferencia del de recopilación de datos de la OMI, impedirá que las embarcaciones más contaminantes se hagan pasar por eficientes.
El solo hecho de no incluir estos aceites en la directiva de renovables supondría un rápido descenso de su demanda, dado que el 51% del aceite de palma que importa Europa se consume en forma de biodiésel.
A la posible modificación al alza de los objetivos de reducción, se añadiría la obligación para los fabricantes de que para 2025, el 5% de sus ventas correspondan a vehículos industriales de cero emisiones.