La guerra comercial entre Estados Unidos y China sigue teniendo consecuencias a nivel mundial, como una pronuncia caída en las exportaciones del Lejano Oriente.
La guerra comercial entre Estados Unidos y China seguirá teniendo una gran influencia en el mercado, dados los intentos de los cargadores de evitar enfrentarse a las nuevas tarifas.
El Dow Jones Industrial, que refleja la evolución de las 30 empresas industriales con mayor capitalización bursátil, ha caído un 4,6% entre los días 3 y 28 de mayo.
La tensión entre Estados Unidos y China ha sido el factor más influyente en 2018, dado que los cargadores parecían dispuestos a pagar cualquier precio por pasar la aduana antes de la entrada en vigor de los aranceles.
A la sobrecapacidad en las rutas europeas y a la amenaza de una guerra comercial entre Estados Unidos y China, se han sumado ciertos problemas estructurales y una gran incertidumbre política y económica.
Es preciso que los operadores empiecen a actuar como proveedores logísticos integrales para seguir siendo rentables, aunque algunos, como ONE o Hapag-Lloyd, prefieren poner en marcha otras estrategias.
La naturaleza impredecible de los precios, la preocupación por el Brexit, las tensiones geopolíticas y las fluctuaciones en la demanda, hacen que resulte complicado vaticinar si la tendencia al alza se mantendrá.
La caída de los precios, la desconfianza de los clientes y los cambios que supondrá el Brexit en la industria sitúan en una posición complicada a los operadores de transporte de contenedores.