El sector inmologístico aporta unas rentabilidades a sus propietarios muy por encima de las de otros segmentos de mercado, tal y como reflejan las cuentas anuales de 2016 de las grandes socimis españolas que han apostado por este negocio.
La necesidad de nuevos inmuebles que satisfagan el aumento de la demanda, unido al hecho de que la rentabilidad sigue siendo mayor en el sector inmologístico, invita a pensar que 2017 volverá a ser un año récord para la inversión en este mercado.
El transporte de mercancías por carretera en general, y el transporte frigorífico, en particular, se enfrentan a una encrucijada que necesita soluciones urgentes y la implicación de las diferentes autoridades para que el sector siga siendo competitivo.
La primera naviera del mundo de buques cargueros se pasa a los contenedores, un sector que se concentra también en el ámbito ‘reefer’ a raíz de las fusiones y adquisiciones que se han producido durante los últimos años.
La cooperativa creada por unos agricultores bretones en 1972 se ha convertido en un actor de primer nivel en servicios de Short Sea Shipping en el Canal de la Mancha con nueve conexiones semanales que unen los puertos de Santander y Bilbao con Portsmouth, Plymouth y Poole.
Las empresas de transporte frigorífico se suben al carro de la intermodalidad y apuestan por utilizar otros modos de transporte en ciertos trayectos con el fin de optimizar el servicio, mejorar costes y ganar competitividad.
2016 ha sido un año excepcional para el mercado inmologístico español, con inversiones que oscilan, dependiendo de la fuente que se tome como referencia, entre los 850 millones de euros y los casi 1.000 millones de euros. En cualquiera de los dos casos, 2016 ha sido un ejercicio de récord. Por eso el reto para este 2017, es el de alcanzar una inversión de 1.000 millones de euros.
El nuevo Reglamento de Ordenación del Transporte Terrestre, en España, y el Paquete Comunitario de la Carretera, a nivel europeo, están llamados a marcar el devenir del sector del transporte por carretera de los próximos años.
La exención de las restricciones al tráfico en España para el transporte de frutas y hortalizas ha sido el gran logro de Atfrie en este 2017, pero es sólo uno más de los proyectos y desafíos que la patronal del transporte frigorífico tiene sobre la mesa.
Grupag es el área de DHL que ofrece soluciones logísticas globales a temperatura controlada para productos hortofrutícolas, con un volumen anual de 1,2 millones de palets y 55.000 entregas en España. Ahora, esta rama de negocio inicia su andadura en Madrid.
El transporte frigorífico español es un sector maduro, preocupado por la calidad de servicio y enfocado en ofrecer a sus clientes servicios de valor añadido. El presente y el futuro del sector pasa por mantener un crecimiento adaptado a la demanda y flexible para poder responder a los picos estacionales.
un 36% de las empresas de transporte frigorífico de nuestro país realizan transporte nacional, mientras que un 29% se dedica al transporte internacional.
El nuevo Reglamento de Ordenación del Transporte Terrestre, en España, y el Paquete Comunitario de la Carretera, a nivel europeo, están llamados a marcar el devenir del sector del transporte por carretera de los próximos años.
España sigue buscando mercados alternativos que permitan dar salida a las frutas y verduras afectadas por el veto ruso, mientras se prepara ante las posibles consecuencias del Brexit.
Las principales empresas del sector español de transporte de mercancías por carretera a temperatura controlada ha facturado en 2016 más de 3.000 millones de euros. Murcia y Almería son las provincias que dominan el sector. Entre ambas suponen casi la mitad de la cifra de negocio de las 50 empresas más grandes de transporte frigorífico del país.
Los productores españoles de frutas y hortalizas plantan cara al Brexit, al veto ruso y a las condiciones climatológicas adversas y recuperan la tendencia alcista en las exportaciones españolas.