La naviera ha anunciado que sus barcos seguirán siendo dirigidos al sur, hacia el Cabo de Buena Esperanza, tras el ataque a uno de sus buques y el aumento de la tensión en la zona.
La coalición, bajo el mando de la alianza multinacional de las Fuerzas Marítimas Combinadas, patrullará las aguas del Mar Rojo para defender de posibles ataques terroristas a los buques que lo necesiten.
El desvío de las rutas por el conflicto bélico en el Mar Rojo implicará viajes más largos y velocidades más altas, con un mayor consumo de combustible que se reflejará inevitablemente en los fletes.
Los armadores europeos acogen con satisfacción la decisión de la Unión Europea de participar en la operación que han puesto en marcha los Estados Unidos para reforzar su presencia militar en el Mar Rojo.
Es demasiado peligroso para muchos buques navegar por el Mar Rojo y, por tanto, también por el Canal de Suez, que es la principal arteria para el comercio mundial.