El astillero ha planteado una quita del 25% de la deuda a las empresas auxiliares y un aplazamiento de los pagos a su plantilla, pero necesita 15 millones para finalizar el buque de Trasmediterránea.
La normativa comunitaria impide cualquier rescate público a empresas en crisis, por lo que se debe avanzar en el proceso de liquidación y buscar posibles inversores.
Acabar la draga de Van Oord sería la mejor solución para mantener el empleo, pero el armador holandés pone cada vez más trabas al Ejecutivo y sigue reclamando un nuevo inversor.
El astillero ha acogido recientemente la botadura del nuevo crucero de The Ritz-Carlton Yacht Collection, que se entregará en octubre de 2019 y que está valorado en 250 millones de euros.
El astillero marinense de Nodosa es el que cuenta con la mayor cartera, con un total de nueve contratos que suponen el 34,6% del total firmado en España.
En 2013, se estableció que las subvenciones deberían devolverlas los inversores que financiaron la construcción de los buques, pero no los armadores ni los propios astilleros.
En los últimos tres años los contratos en construcción o ya finalizados en los astilleros gallegos suman 3.160 millones de euros, con la previsión de mantener este buen comportamiento en el futuro.
El astillero español es actualmente la única empresa naval que compite en los tres mayores programas internacionales de fragatas que se están desarrollando en el mundo.
Desde septiembre de 2017, se han incorporado al mercado embarcaciones con capacidad para 986.000 TEUs, muy por encima de los 361.000 TEUs entre enero de 2016 y agosto de 2017.
El puerto de Huelva ha intentado en repetidas ocasiones negociar con Cotnsa, a la que finalmente ha tenido que comunicar la caducidad de la concesión que tenía por 10 años, hasta 2023.