Con 172 metros de largo y bandera danesa, este buque a metanol representa un hito para Maersk en su camino para lograr las cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2040.
La nueva estrategia de actuación de la compañía contra el cambio climático se centra fundamentalmente en tres pilares: eficiencia, innovación y colaboración.
El objetivo que persigue el puerto de Gotemburgo con estos avances es convertirse en el principal hub de abastecimiento de combustibles marinos alternativos en el norte de Europa.
Con una eslora de 186 metros, una manga de 32,2 metros y un arqueo bruto de 49.999 toneladas, MOL incorpora a su flota un nuevo granelero con motor dual capaz de funcionar con metanol o con fuel convencional.
La producción anual podría alcanzar los dos millones de toneladas, con un proyecto que plantea una inversión, junto a socios privados, del entorno de 10.000 millones.