Una vez se garantice el paso seguro por el Mar Rojo hacia el Canal de Suez sin temor a ataques, los operadores marítimos tendrán que gestionar una situación de exceso de oferta crónico.
El Fondo Monetario Internacional detecta una brusca caída en los tránsitos por estas dos vías cruciales para el comercio marítimo internacional, mientras que se disparan los pasos por Buena Esperanza.
Con el proyecto, se pretende lograr la duplicación completa del canal en ambas direcciones para aumentar su competitividad, así como incrementar su capacidad para poder acoger todas las categorías y tamaños de buques de la flota mundial.
Las alteraciones de los flujos marítimos en los canales de Panamá y Suez hará que se incrementen los precios de productos energéticos y de alimentación, haciendo que la inflación aumente.
Además de esta disminución en el tráfico, otras tensiones geopolíticas y consecuencias climáticas están generando perturbaciones en el comercio mundial disparando los costes.
La situación en el Mar Rojo, cada vez más grave, está causando importantes perturbaciones en la cadena de suministro y corre el riesgo de obstaculizar a corto plazo las entregas "just in time" a determinadas industrias.
El tráfico de mercancías en el Canal de Suez ha pasado a una media diaria de tres millones de toneladas, en contraste con los 4,7 millones registrados en la primera semana de 2023.
Es demasiado peligroso para muchos buques navegar por el Mar Rojo y, por tanto, también por el Canal de Suez, que es la principal arteria para el comercio mundial.
El conflicto entre Israel y Hamás en Gaza hace subir los fletes y los seguros en los tránsitos por el Mar Rojo y obliga a las navieras a buscar alternativas para mantener el tráfico.
Factores climáticos y bélicos amenazan el tráfico marítimo por el canal de Panamá y el Mar Rojo, dos vías claves para el comercio mundial, pero otros factores son diferentes a los que condujeron al anterior colapso.