El desarrollo de la producción de baterías a gran escala, incluido el nuevo edificio, implica inversiones en logística, infraestructuras, edificios e instalaciones de producción por un total de unos 100 millones de euros.
El Banco Europeo de Inversiones compromete un préstamo de 150 millones de euros a Cepsa para que despliegue más de 1.800 cargadores ultrarrápidos en España y Portugal.
Mercedes-Benz apuesta por ofrecer una solución integral de electrificación con su nuevo eActros 600 que empezará a producirse en serie a finales de 2024.
Citroën y Peugeot encabezan el ranking de marcas del grupo, cuyos modelos destacan por su fiabilidad y en su capacidad de adaptación a las necesidades del cliente.
Renault y Volvo prevén poner en marcha una nueva empresa conjunta para la producción de furgonetas eléctricas el año que viene, en la que también entrará la naviera francesa CMA-CGM con una inversión de 120 millones de euros.
Paragon cuenta con las competencias necesarias para añadir nuevas capacidades a la empresa matriz de Varta Automotive, que acelerará así su colaboración con clientes clave.
El objetivo es que las empresas con flotas mixtas o eléctricas puedan conocer datos sobre el tiempo de carga, el rango de conducción, el estado actual de la batería o el consumo de energía.
Renault da un paso más en la electrificación de su gama de vehículos comerciales con la llegada del nuevo Trafic E-Tech eléctrico, que ofrece una autonomía de hasta 297 kilómetros.
Anfac constata una aceleración en la puesta en marcha de nuevos puntos de recarga eléctricos, pero sin llegar al ritmo que marcan los objetivos de la Unión Europea, con instalaciones de baja potencia y un escenario de dificultadores burocráticas.
Las nuevas propuestas aprobadas por Industria corresponden al proyecto de gigafactoría de Envision y a un proyecto de Seat para su fábrica de Martorell.
Scania aspira a que el 50% de sus ventas sean de vehículos eléctricos en 2030, por lo que con la planta en funcionamiento, podrá acelerar el cambio hacia el uso total de la electricidad.
La primera línea de ayudas se dirige a incentivar la inversión en capacidad de producción de baterías para el vehículo eléctrico y la segunda a la cadena de valor industrial del vehículo eléctrico y conectado.
Transport & Environment acoge favorablemente la decisión de la Eurocámara de no depender de la externalización de una de las partes más críticas de la cadena de suministro de baterías.